La Verdadera Salvación
Es Un Regalo
COSTOSÍSIMO
 
 

Hace dos mil años nació un Niño que es conocido por el nombre de Jesús.  Aunque era un ser totalmente humano, a la vez fue totalmente Dios.  El tomó la forma de un ser humano, nació por una virgen llamada María en la nación de Israel, en el pueblo de Belén.

Siendo Dios, Jesús creció físicamente en perfección, sin mancha alguna sobre Su vida moral y espiritual.  Entre los 30 y 33 años de edad Jesucristo llevó a cabo un ministerio predicando y enseñando acerca de la gran necesidad de un verdadero arrepentimiento, por el pecado que estaba dominando la vida de cada persona.  A la vez, declaraba la necesidad de que todos depositaran su confianza totalmente en El como su único y suficiente Señor y Salvador.  El anunciaba lo que la Biblia había predicho cientos de años antes.  Siendo el Mesías, El iba a recibir sobre sí mismo el pecado de todos y morir por nosotros.  Su doctrina era algo que asombraba al mundo.  Por dondequiera que fuera, hacía muchos milagros probando que El era Dios y que El tenía TODA LA AUTORIDAD en los cielos y en la tierra.  El Señor Jesucristo mostraba un gran amor por toda la gente, y tenía una compasión inexplicable en todos los tratos.  Era un reflejo perfecto de Dios Padre.  En Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Al leer esto y otros pasajes en la Biblia, quizá lleguen muchas dudas a tu mente que pueden dejarte con preguntas como: ¿Por qué debo pensar en la vida eterna?  ¿Soy tan malo que tengo que pensar que no puedo alcanzar el cielo por lo que estoy haciendo?  Pues, sabemos que Dios es misericordioso, ¿no puede Dios ver en mi vida y saber que no he hecho cosas terribles contra nadie?  No siento que soy malo.  ¿Por qué dice que necesito pensar en una Salvación?  ¿Por qué tengo tantos problemas con mi propia conciencia en cuanto al pecado?  ¿Por qué tengo que dar cuenta a Dios algún día por todo lo que yo haya hecho en esta vida?  Estas y muchas otras preguntas pueden ser contestadas con toda satisfacción solo con la Palabra de Dios.

En realidad, muchos ignoran la verdad acerca del PECADO.  La Biblia declara que el pecado es el hecho de no alcanzar la meta de la perfección que requiere Dios en nuestra vida.  Es la misma meta que Dios dio a Adán y Eva, y también a todo ser humano.  La desobediencia comenzó con el ángel Lucero, que se convirtió en Satanás.  Luego Adán y Eva cayeron en desobediencia a Dios.  Nos dice en Romanos 5:12 que: “así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.  ¿Por qué "todos" pecaron?  ¡Porque todo ser humano ha desobedecido a Dios y es un terrible pecador!  Por supuesto, hay uno, que no pecó porque era Dios en carne humana, JESUCRISTO.

¿Qué es PECADO?  Es cualquier acto injusto o incorrecto.  La Biblia declara en 1 Juan 5:17 que: “Toda injusticia es pecado”.  Son las cosas injustas que dominan o tienen parte en nuestra vida.  Estas cosas injustas e incorrectas afectan nuestros pensamientos, nuestras actitudes, nuestras emociones y también nuestras decisiones.  Dios las clasifica como pecado.

¿Qué es PECADO?  Es el hecho de quebrantar la Ley de Dios.  La Biblia dice en 1 Juan 3:4 que: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”.

¿Qué es PECADO?   La Biblia aclara que el hecho de distorsionar la Verdad es pecado.  En Romanos 1:18 declara: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”.

¿Qué es PECADO?  Es incredulidad.  La Biblia afirma en 1 Juan 5:10: “El que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído (depositado su confianza totalmente) en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”.

¿Qué es PECADO?  La Biblia identifica muchas cosas que Dios odia.  En Gálatas 5:19-21 dice: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.

¿Quienes son PECADORES?  La Biblia nos enseña que todos somos pecadores.  Romanos 3:23 dice, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”  No hay nadie que puede escapar del hecho que es un gran pecador.  Nosotros pecamos porque somos pecadores.  En Santiago 4:17 declara: “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.  Aunque nos equivocamos voluntariamente e involuntariamente, de todos modos es pecado.  Todo pecado es una desobediencia a Dios que hacemos por causa de nuestra naturaleza.

¿CUALES SON LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO?  El pecado tiene que ser castigado.  El pecado trae sus terribles consecuencias de la muerte eterna.  “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).  Esto significa que el hombre que muere sin haber depositado su confianza de todo corazón en Jesucristo como su único y suficiente Señor y Salvador estará separado de Dios para siempre.  La Biblia se refiere a esto en 2 Tesalonicenses 2:12 como la condenación eterna, y en otras partes de la Biblia usa, el castigo eterno, el infierno, y el lago de fuego.

¿Cuál es la Única SOLUCIÓN según la Palabra de Dios?  El dilema que provoca mucha angustia en nuestra mente y corazón es que la mayoría no quiere comprender el hecho de que la ÚNICA solución se encuentra en Jesucristo.  El hombre que quiere, puede ser salvo de su condición perdida y pecaminosa.  Nosotros, siendo pecadores, merecemos ser castigados por Dios.  Delante de Dios no vas a poder disculparte por no saber o culpar a tus padres por haberte enseñado otras cosas u otros caminos, porque se afirma en Ezequiel 18:20: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo”.  En otras palabras cada cual tiene que dar cuenta de sí delante de Dios.

DIOS te quiere SALVAR.  Por eso Cristo Jesús dijo en Marcos 1:15: “Arrepentíos y creed” el Evangelio.  Pedro dice en 2 Pedro 3:9, que Jesucristo “es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.  Aquí confirma el hecho que cada uno de nosotros tenemos que arrepentirnos de todo corazón de todos los pecados que hemos cometido.

¿Qué es el ARREPENTIMIENTO?  (1) Es un cambio de pensamiento en cuanto a nuestra actitud y también la manera de pensar acerca de nuestra forma de ser y de vivir.  (2) Es un cambio de corazón hacia el pecado en nuestra vida con el fin de reconocerlo y juzgarlo como Dios lo ve, malo y terrible.  (3) Es un cambio de corazón hacia Dios para que le amemos y obedezcamos.  Este arrepentimiento, que viene de Dios, produce en nosotros un deseo de reconocer el pecado tal como es, sucio, malo, y vil; y a la vez un deseo de apartarnos de él.

¿Qué es CREER?  El hecho de creer bíblicamente indica una acción positiva de depositar toda tu confianza en el  Único que es merecedor de esa confianza, el Señor Jesucristo. Dios manda que todos nosotros depositemos totalmente nuestra confianza en su Hijo y su obra redentora en la cruz del Calvario (1 Juan 3:23).  Siendo contaminados por el pecado de rebeldía y maldad, el ser humano se encuentra en una situación imposible para poder salvarse por su propio esfuerzo.  Jesucristo, Dios, se presentó en cuerpo humano, vino a este mundo, por amor a nosotros, para llevar nuestros pecados sobre Sí mismo.  Isaías 53:6 dice: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”.  El fue crucificado y sufrió el juicio de Dios Padre sobre el pecado, por amor a nosotros.  La manera terrible y vergonzosa en que Cristo padeció por nosotros en la cruz fue el precio que tuvo que pagar por nuestros pecados porque el Padre al cargarle con nuestras maldades, tuvo que castigarle completamente para que nuestro pecado fuese pagado justa y enteramente.  Al cumplir todo, El pagó un precio incalculable por nuestra salvación.

Al morir Cristo Jesús en la cruz, derramó Su sangre, haciendo un pacto con nosotros.  Este pacto es solo para aquellos que quieren rendirse a Jesucristo,  entregándose de todo corazón con un verdadero arrepentimiento.  El creer, es el hecho de depositar tu confianza en Jesucristo para que te salve, y vas a querer servirle de todo corazón el resto de tu vida.  En Romanos 6:16 afirma: “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”  La entrega de nuestro ser a Jesucristo, implica también un costo grandísimo, pues el mundo desprecia a los que no son seguidores de sus deleites y viles prácticas.

LA PRUEBA FINAL de que Jesucristo cumplió Su parte del pacto es que EL RESUCITÓ físicamente de la muerte por nosotros, asegurándonos de que Él tiene la capacidad de salvarnos.  Romanos 10:9-10: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.  Dios, en Su Palabra, insiste que hay un solo camino a la Salvación, y este camino es por Jesucristo.  Jesucristo dijo en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.  Por supuesto está afirmando a través de toda la Biblia que El es la única entrada a la vida eterna y al cielo.  Otra vez declaró en Mateo 7:13-14: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;  porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.  Jesucristo es la única Puerta al cielo.

Hay los que creen esto, pero no lo entienden.  La Palabra de Dios nos hace comprender algo muy importante acerca de la verdadera fe que Dios nos da.  En Romanos 10:17 nos dice, “Así que la fe (que es de Dios) es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”  Esto indica que Dios quiere que haya una buena comprensión acerca de Su Regalo de Gran Valor que es para nosotros.  Es indispensable que tu hagas una decisión firme de entregarte a Jesucristo para que seas propiedad de El.
 
 
                                                                                                         --Adaptado de un folleto escrito por Mario L. Philippi
 



 
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